El Plan Operativo Táctico Policial 03-2022 sobre la Conservación y Protección de la Especie del Pinabete y Tillandsias en las Vísperas de las Fiestas Navideñas, está en marcha desde el pasado 18 de noviembre informó el Jefe de la División de Protección a la Naturaleza (Diprona), Edgar de la Cruz Hernández.
El objetivo del referido plan es apoyar las acciones dentro del contexto de protección y conservación de las especies endémicas y protegidas de los ecosistemas guatemaltecos, en este caso, prevenir el corte y transporte ilegal de los árboles y las ramillas de los bosques naturales de pinabete y tillandsias, así como la extracción de su hábitat y tráfico ilegal.
Con estas estrategias se pretende evitar la comercialización ilícita, con acciones policiales preventivas y proactivas a través de patrullajes interinstitucionales vehiculares y a pie, con dependencias de protección a los bosques, fiscalizaciones de áreas, en viveros, plantaciones voluntarias y bosques provistos de pinabete y tillandsias bajo manejo sostenido, en prevención de trasiego ilícito del mismo.
Para lograr contrarrestar el tráfico y la comercialización ilegal del Abies Guatemalensis Rehder, se han implementado puestos de registro y controles móviles en las diferentes rutas principales, calles alternas, entradas y salidas de la ciudad capital, mercados y puntos informales de ventas.
Marchamo blanco
El jefe de Diprona indicó que las acciones policiales buscan proteger y conservar los bosques naturales de la especie de pinabete y tillandsias o gallitos, que se encuentran en las regiones más altas del altiplano central y occidental del país, principalmente los bosques altos de San Miguel, Totonicapán; Sololá, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango, Quiché y Chimaltenango.
Añadió que “el Instituto Nacional de Bosques (INAB) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), son los únicos autorizados para el corte, recolección, transporte y comercialización de árboles íntegros y no armados con ramillas, para lo cual existen fincas autorizadas para la venta de pinabetes con su respectivo marchamo”.
Multas y cárcel
El jefe de Diprona explicó que el artículo 81 (Bis) detalla que, comete atentado contra el Patrimonio Natural y Cultural de la Nación, la persona que cortare, recolectare, transportare, intercambiare o comercializare la especie del pinabete y sus derivados poseyendo una sanción establecida en dinero y con cárcel. Sobre esto último señaló que podrían ser de 5 a 10 años de prisión y de 10 a 20 mil quetzales de multa, quedando a discreción del juez que conozca un delito de esta naturaleza.
El jefe de la División explicó que el modus operandi de los traficantes hace que ingresen las ramillas, en vehículos tipo pick-up con camper, paneles, bicicletas ocultas en canastos con redes, microbuses con vidrios polarizados, camiones y furgones con doble fondo y de carrocería ocultos.
Lugares autorizados
De la Cruz expresó que poseen un registro de plantaciones voluntarias, la denominan así porque las personas se dedican al cultivo de manera opcional, le dan un tratamiento, la cultivan y al tener un punto óptimo para la comercialización es cuando la supervisan y verifican; posteriormente se procede a colocar un marchamo de blanco que identifica la legalidad.
En la actualidad existen más de 18 puntos de ventas distribuidos en ferias nacionales para la venta de pinabetes.
Nota: Carlos Hernández
Fotos: Abraham Pineda