Tiradores de alta precisión, apoyo fundamental en operativos policiales de alto impacto


En un lugar alejado de la ciudad capital, un grupo de hombres de alta en la División de Fuerzas Especiales (DIFEP), asignados al Grupo de Acción Rápida (G.A.R.) de Policía Nacional Civil (PNC), se preparan constantemente con la finalidad de brindar apoyo en operativos de alto impacto.


“Mi especialidad es brindar apoyo, como integrante del grupo de Tiradores de Alta Precisión (TAP), a los distintos equipos de incursión en rescates de víctimas que han sido secuestradas, en apoyo a operativos de alto impacto o también en allanamientos relevantes entre otras acciones policiales”, comentó uno de los más experimentados agentes policiales con más de 12 años de experiencia.


Añadió que su misión es brindar seguridad a los equipos de incursión en situaciones de alto riesgo, y, es llamado cuando amerita el uso de su fusil, en total apresto utilizando disparos no letales, lo cual dependerá, del grado de riesgo en que se encuentre la misión.


Cada francotirador policial, debe realizar un curso intensivo de más de 45 días, previamente deberá poseer los cursos de Fuerzas Especiales de Policía, ser un G.A.R. y tener claro que la preparación es constante, recibiendo además, entrenamientos en el país, como en el extranjero, esto con apoyo de los Estados Unidos y Colombia entre otras naciones amigas.


“En estos cursos se aprenden todas las técnicas, movilidades, destrezas y perfeccionamiento de las técnicas y tácticas. El tiempo es total, para no perder la habilidad y la sutileza del dedo, y las operaciones pueden indistintamente, ser diarios y nocturnos”, comentó J.L.


El agente indicó que escogió esta especialidad en PNC porque le gustan las armas pesadas, ser parte importante de una misión, darle seguridad a su equipo, pero sobre todo, sentir que ellos tienen esa confianza, que hay alguien, que siempre los está protegiendo desde un lugar no visto.


En toda misión, afirma el Tirador de Élite, es el primero en llegar apoyado con mapas, brújula, GPS, y demás, “soy el encargado de enviar la información sensible al equipo que procederá a incursionar y soy el último que se retira del área para brindar la seguridad total”.


De sus experiencias comenta, “En una misión estuve inmóvil casi trece horas, y son ya muchos los operativos en los cuales han participado él y sus otros compañeros que pertenecen a tan selecto grupo de la DIFEP”.


En cuanto a su vida privada J.L. dijo tener tres hijos varones de los cuales mencionó sentirse sumamente orgullo y quienes lo admiran por el importante trabajo que él desempeña, y, que por el momento uno de ellos desea seguir sus pasos.


Por lo regular el trabajo de francotirador puede ser único o en binomio, cuando se trabaja en binomio el compañero asiste, brinda seguridad, apoyo y la comunicación, las distancias, mediciones, datos, entre otras funciones.


J.L. explicó que entre las principales cualidades que debe poseer un Tirador de Élite, es autocontrol de uno mismo, tener mucha disciplina, una vez se dispara al objetivo no hay marcha atrás, pero teniendo siempre en cuenta que el trabajo del tirador policial es minimizar el riesgo, neutralizar a la amenaza latente.


Señaló que para hacer más eficiente el trabajo se poseen instrumentos que pueden medir distancia, viento, altura, clima y otras situaciones que influyen son los instrumentos adecuados para poder hacer un disparo efectivo.


En la mayoría de las veces, explicó J.L. se utiliza el traje Ghillie dependiendo claro está en la ocasión que nos encontremos, el cual es utilizado para camuflaje en un ambiente como un área boscosa o poblada.

Video: Edy Lima / Ricardo Durán

Nota: Carlos Hernández
Fotografía: Pablo Montes

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